La seguridad
de la información es el conjunto de medidas preventivas y reactivas
de las organizaciones y de los sistemas tecnológicos que permiten resguardar y
proteger la información buscando mantener la confidencialidad, la
disponibilidad e integridad de datos y de la misma.
El
concepto de seguridad de la información no debe ser confundido con el de seguridad
informática, ya que
este último sólo se encarga de la seguridad en el medio informático, pero la información
puede encontrarse en diferentes medios o formas, y no solo en medios
informáticos.
Para
el hombre como individuo, la seguridad de la información tiene un efecto
significativo respecto a su privacidad,
la que puede cobrar distintas dimensiones dependiendo de la cultura del mismo.
El
campo de la seguridad de la información ha crecido y evolucionado
considerablemente a partir de la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en una
carrera acreditada a nivel mundial. Este campo ofrece muchas áreas de
especialización, incluidos la auditoría de sistemas de información,
planificación de la continuidad del negocio, ciencia forense digital y
administración de sistemas de gestión de seguridad, entre otros.
Algunos
consejos de seguridad para usuarios digitales son:
1.
Cambiar las contraseñas de manera periódica y no usar la
misma en más de un lugar. Deben tener una cierta longitud (más de 8 caracteres) y
contener información alfanumérica (dígitos, letras y caracteres especiales).
Hay que evitar basarse en información personal (DNI, nombres de amigos,
conocidos, familiares, mascotas, etc.) o utilizar patrones muy sencillos
(12345).
2. Realizar las compras
en línea a proveedores con prestigio social consultando experiencias de
clientes anteriores.
- Evitar
abrir correos electrónicos que no van a nuestra atención, especialmente si
incorporan adjuntos, y huir de todos aquellos que aunque van dirigidos
directamente a nosotros nos redireccionan a páginas para corregir
nuestros datos personales o de servicios diversos —especialmente
los bancarios o administrativos.
4. En los móviles está
nuestra vida entera (comunicaciones sociales, contraseñas, acceso bancario o a
servicios, entre otros). Hay que proteger
bien, con palabras de paso o patrones, el acceso indebido a
esta información.
5. En el acceso a redes,
especialmente de líneas Wi-Fi
abiertas o compartidas, hay que minimizar o evitar todo uso de servicios que
conlleven la identificación personal o el acceso a información personal.
6. Proteger las redes de
casa. Los routers ADSL + Wi-Fi modernos son compatibles
con diferentes niveles de seguridad: es recomendable cambiar las contraseñas
por defecto del aparato y de sus servicios, y elevar el nivel de seguridad
Wi-Fi (a protocolos WPA o WPA2, por ejemplo). En caso de incidencias o bajadas
de rendimiento inexplicables, hay que controlar los dispositivos conectados a
nuestra red para detectar intrusiones, así como cambiar las contraseñas y
elevar los niveles de seguridad.
7. Vigilar también la
seguridad en aparatos que se han incorporado últimamente a internet: televisores,
videoconsolas, aparatos de reproducción en tiempo real (streaming) de
vídeo o audio. En ese caso, hay que consultar a los fabricantes y realizar las
actualizaciones necesarias.
8. Actualizar el software básico del ordenador,
el teléfono móvil o la tableta, disponer de las últimas versiones de las
actualizaciones del sistema operativo y paquetes tipo Office y de software de
uso general como navegadores y sus complementos (plugins), lectores de
archivos en formato PDF (por ejemplo, Acrobat), Java. En general, todos los
programas que sean de un uso habitual, aunque sea indirecto y no seamos tan
conscientes de ello (lectores de archivos PDF, Java, Flash Player, etc.), deben
de estar actualizados.
9. Deshabilitar los
complementos no deseados de los navegadores.
10. Para favorecer la
navegación y las búsquedas privadas se aconseja, entre otros: 1)
activar los modos privados de los navegadores; 2) pedir a los buscadores
principales (Google y similares) que borren nuestros datos (en Google se puede
hacer mediante el panel de control); 3) avisar a las páginas visitadas de que
no queremos ser rastreados (los navegadores incluyen opciones Do not
track); 4) borrar y controlar el uso de las galletas en el navegador para
que no se recuerden nuestras visitas ni nuestra actividad en los sitios web que
hemos visitado.
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